Ing. Francisco Pedrazzi. Presidente del INCOSE.
El 70,8% de la superficie terrestre está ocupada por agua, pero tan solo un 2,5% de toda el agua existente en el planeta es agua dulce, o sea, apta para consumo. De esta, la mayoría se encuentra inaccesible en glaciares, en los polos, etc., así que tan solo disponemos para consumo del 0,5% que es agua subterránea o superficial.1
Otras fuentes indican porcentajes del 1%, pero cualquiera sea la cifra exacta, son valores extremadamente bajos. Esto es una poderosa razón por la cual debemos cuidar y reducir al máximo posible el consumo de agua.
Hace más de un cuarto de siglo, en la “Conferencia Internacional de Dublín sobre el Agua y el Medio Ambiente”, celebrada en enero de 1992 se proclamaron principios para una gestión eficaz y sostenible de los recursos hídricos:
• El agua dulce es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el desarrollo y el medio ambiente. Este principio aboga por la toma de conciencia sobre la importancia del agua.
• El aprovechamiento y la gestión del agua debe inspirarse en un planteamiento basado en la participación de los usuarios, los planificadores y los responsables de las decisiones a todos los niveles. Por los que el enfoque actual para la gestión del agua debe ser sustituido por una visión más integral y sistémica, donde el agua se vincula con el planeamiento y el desarrollo urbano y de las comunidades en el marco de políticas sistémicas de sostenibilidad.
• El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia a los que se destina y debería reconocérsela como un bien económico. Por lo que debe prestarse atención tanto a la eficiencia como a la equidad en el uso del agua.
En lo que compete al sector de la construcción es responsable del 16% del consumo mundial de agua.2
El agua en la construcción interviene de varias formas:
1) Como agua utilizada en el proceso de fabricación de los materiales de construcción. Si bien los consumos por unidad (ton, m3) son generalmente altos, las industrias de los materiales de construcción vienen actuando en forma sistemática para reducirlos, aplicando criterios de reciclado de agua en sus procesos.
2) Como componente imprescindible del proceso, tanto para la realización de morteros y hormigones, masillas, etc.
3) Como parte del proceso o material. Ej: agua para mojado de encofrados, curado de hormigones y morteros.
4) Como auxiliar. Ej: limpieza de encofrados y herramientas.
5) Como parte de controles o pruebas. Ej: para elaborar probetas y curarlas en agua para verificar la resistencia de hormigones, para probar la estanqueidad de instalaciones hidráulicas, etc.
Según un trabajo del Prof. Arturo Dubravcic Alaiza denominado “Cuantificación del Consumo de Agua en el Proceso Constructivo de Viviendas Unifamiliares Tipo. Estrategias de Minimización”, presentado en el 3er Congreso Internacional de Construcción Sostenible y Soluciones Eco-Eficientes, el consumo total de agua en una obra de vivienda unifamiliar exenta de entre 100 y 200 m2 de superficie, con estructura de hormigón y cerramientos de ladrillos, excluyendo el agua utilizada en la fabricación de los materiales de construcción es:
Como componte imprescindible del proceso | 22,71% |
Como parte del proceso | 61,81% |
Como auxiliar | 14,13% |
Como parte de controles o pruebas | 1,35% |
100% |
Una primera conclusión es que reduciendo los consumos de agua como parte del proceso y como componente imprescindible del proceso estaremos actuando en casi el 85% del consumo total.
Y es entonces donde los beneficios del Steel frame y de la construcción en seco como sistemas constructivos se ponen en evidencia ya que dichos consumos pueden reducirse prácticamente a cero en la utilización de agua en las envolventes, por no utilizarse agua en la ejecución de la estructura ni en la ejecución de aislaciones y algunos revestimientos.
Si bien es a través del análisis de los 5 puntos enunciados anteriormente y referidos a un edificio determinado como se podrá determinar en forma exacta la cantidad total de agua utilizada por m2 de superficie construida, es indudable que los sistemas constructivos en seco presentan la ventaja de no utilizar agua en el proceso de obra en comparación con la construcción húmeda, que, como su nombre lo indica, consume agua durante el proceso de construcción.
Este consumo nulo o casi nulo se convierte así en un elemento más a la hora de decidir cómo se ejecutará la construcción de un edificio. Disminuir el consumo de agua en una construcción equivale a contribuir con el desarrollo sostenible.
1 Ambientum- https://www.ambientum.com/enciclopedia_medioambiental/aguas/el-consumo-de-agua-en-porcentajes.asp
2 AHORRO DE AGUA EN LA CONSTRUCCIÓN, SU USO, RECICLADO Y TRATAMIENTO. Comisión de sustentabilidad CAPBA UNO