Un diciembre de 1993, un grupo de empresas fabricantes de diversos materiales y sistemas constructivos industrializados, decidieron aunar sus esfuerzos y fundar el INCOSE.
En aquellos años, los sistemas de construcción no tradicionales debían abrirse paso dentro de un mercado que aún les deparaba muchas barreras, culturales y técnicas, y el Instituto les brindó el marco apropiado desde el cual generar objetivos comunes que les permitieran desarrollarse.
El primer periodo del INCOSE se forjó con un intenso trabajo por parte de las comisiones internas que lo integraban; vislumbrando que la capacitación sería la base desde la cual promover el uso de lo que en aquellos tiempos eran nuevas tecnologías constructivas.
Aparecieron entonces los primeros cursos, algunos de los cuales sirvieron también para construir obras que luego quedarían para la comunidad; como una escuela en Bahía Blanca en el año 1995, que se materializó gracias al esfuerzo económico de las empresas que integraban el Instituto en aquel periodo.
También comenzaron los intercambios con muchas Universidades de todo el país, cuyas cátedras; ávidas de información; buscaban en el INCOSE el aliado ideal para formar futuros profesionales que pensaran y diseñaran con sistemas industrializados.
Más tarde, la demanda de un espacio exclusivo donde exhibir las distintas alternativas que ofrecía la construcción industrializada, propició la organización de dos importantes ferias específicas (Innovarq 1999 y 2001); que enlazó a los distintos actores de un mercado que ya comenzaba a demostrar los primeros logros de su crecimiento.
Si bien todos los sistemas y materiales que albergó el INCOSE durante sus primeros años apuntaban a promover la construcción no tradicional; no todos ellos utilizaban el acero galvanizado liviano como material principal. Es por ello que en una segunda etapa, el INCOSE orientó sus esfuerzos a la difusión de sistemas en seco con perfiles metálicos; entendiendo que esta sería la tecnología constructiva adecuada para ganar el mercado; generando construcciones livianas y a la vez durables.
Lo que siguió, aunque afectado a veces por los vaivenes de la economía argentina, fue el desarrollo sostenido de un sistema constructivo que encontró y encuentra en el INCOSE todas las herramientas para posibilitar este proceso de permanente penetración.
El INCOSE HOY:
A diferencia de los primeros años, hoy podemos decir que casi el 100% de los materiales que componen los sistemas de construcción en seco se fabrican en nuestro país; lo que genera trabajo e inversión en la modernización constante de las plantas, que cumplen con altos estándares nacionales e internacionales para sus procesos de fabricación.
También se ha logrado un interesante marco normativo que posibilita la utilización de materiales que se adecuen a las exigencias de Normas y Reglamentos. Gracias a esto, los profesionales deben y pueden construir de manera consciente, proyectando obras nobles que respeten apropiadamente los procesos constructivos, con materiales normalizados.
El INCOSE ha sido una Institución capaz de adaptarse no solo a las exigencias de profesionales; elaborando información técnica variada (prototipos, ensayos, detalles constructivos, documentación técnica, manuales, etc.), sino también a la evolución de las comunicaciones; lo que propició su presencia en las redes sociales, y la generación de un sitio web acorde a las necesidades de inmediatez en la información.
La enorme cantidad de profesionales, estudiantes, técnicos y constructores que han presenciado durante todos estos años nuestras capacitaciones, las instituciones y casas de estudio que han confiado en el Instituto la formación de sus alumnos, como así también el creciente público que encuentra en nosotros el asesoramiento indicado, dan cuenta de nuestro compromiso y de nuestra voluntad para seguir superándonos. Brindamos imaginariamente con cada uno de ellos, y con cada uno de ustedes; deseando otros 20 años más con las mismas ganas de hacer que nos convocaron el primer día.